La verdad es que existe un problema dentro de nuestra sociedad de principio de siglo. Este problema se fundamenta en la controlación masiva de mentes a través de la psicología. El instrumento presto a este macabro plan son todos los medios comunicacionales, sean la televisión, los periódicos, entre otros.
De esta manera los poderosos, propietarios de la mayor parte de la maquinaria económica que moviliza a un país, dominan los cerebros pensantes, para que no “se levanten”, para que no “desordenen”, para que no “alboroten”, para que no “revolucionen” la armonía plástica que con tanto esfuerzo han conseguido hasta hoy (llámese “esfuerzo” a todo lo que sea robos, violaciones a los DDHH, ejecuciones, golpes militares, muertes, entre muchísimos otros).
Las publicidades hacen alusión a lo fantástico que es vivir como un ABC1, lo maravilloso que es poseer gran cantidad de dinero para gastarlo en tus más pérfidos o estúpidos deseos. Te envuelven en su manto ilusorio y comienzas a consumir. Pero ¿cómo?, ¿no tienes plata?. ¡No te preocupes!, siempre habrá crédito para ti. Finalmente terminarás trabajando gratuitamente para ellos, como en tiempos esclavistas. Pero ojo, porque ahora están dispuesto hasta quitarte el alma.
Pon atención a lo siguiente: “la sociedad burguesa limita el goce como fin en sí; sustituye el amor por el placer de economizar, acumular y poseer; pone el orden, la propiedad y el cumplimiento del deber como valores supremos, y suprime toda compasión en las relaciones con los demás”.
Y luego te preguntas ¿por qué los jóvenes de hoy actúan así?, y exclamas ¡qué mala que está la gente hoy!. ¡Cuídate y cuida a los tuyos!. Infórmate e informales, fíjate bien en lo que compras, en lo que comes, en lo que consumes en general.
La influencia social se ejerce sobre el individuo a través de la familia, “agencia psicológica de la sociedad”. La salud física y mental son primordiales para sacar adelante esta agonizante sociedad.
*Por Andrea Delgado.